miércoles, 9 de marzo de 2016




EL MOHÁN


Relatan que en las míticas regiones del Huila, Tolima y Antioquia hay un Mohán corpulento con piel de oso, peligroso y cruel.

Describen al Mohán con la barba espesa y larga como la de un patriarca terrible que infunde autoridad y a la vez una sensación de malicia diabólica.

Cuentan que el cabello del Mohán es abundanty que evidencian su formidable fuerza, capaz de sostener el peso de la luna. Por eso los pescadores, remeros, bravucones y malhechores le tienen un miedo cerval. Hablan que el Mohán duerme en cavernas doradas, nostálgicas y misteriosas, y que en ellas tiene encantos, guacas, tesoros y lindas chicas fuente de placeres.





Comentan que cuando el Mohán sale de sus fabulosas grutas, carga bajo sus brazos de hierro una inmensa balsa dorada y hecha en ella los remos de oro, su comida y bebida. Luego camina hasta las riveras del rió Magdalena y se dedica a navegar, a pescar, a cantar y a enamorar.

Narran que cuando el Mohán ve doncellas hermosas bañándose en el rió, se les acerca y comienza a echarles flores y a prometerles eterna juventud y años de felicidad.

El Mohán, con los varones es pendenciero y estafador, con las evas es un excelente conversador y seductor.

El Mohán utiliza los remolinos del rió y sus playas como nido de amor.

Dicen, que con su mirada hipnotiza a las mujeres y con su dentadura de oro las hechiza, con sus ojos lee la mente de las chicas, averigua su pasado, ve su presente y vaticina su futuro. 

jueves, 3 de marzo de 2016

LEYENDA DE LA PATASOLA


Desde hace mucho tiempo en las frías montañas, en los bosques misteriosos y en las selvas encantadas de Colombia, vive la Patasola, quien se casó, por conveniencia, con un hombre inseguro, el cual en un ataque de celos le amputó uno de sus muslos con un hacha, argumentando que le había sido infiel.

Luego el marido la llevó y la abandonó en el bosque, para que ella muriera desangrada; pero por los ¨decretos del destino¨, ella sobrevivió y se transformó en un espanto, que aprendió a correr y a saltar en una sola pata y cuando lo hace, tiembla la tierra, los arboles se mecen y bambolean haciéndole venia en señal de veneración y adoración.




Algunas veces, la patasola grita y se lamenta, produciendo un eco desgarrador que entristece a las montañas y selvas. Ella vive sola, refugiada en los bosques como el eco; despreciada, enamorada y no correspondida.

Los campesinos que la escuchan son invadidos por un miedo cerval, contrarrestándolo únicamente al rodearse de animales domésticos y poniendo un gran espejo en el patio de la vivienda, para que la patasola al verse en él, sienta vergüenza y huya a esconderse en lo mas recóndito de las montañas.

Dicen que para defenderse de sus ataques, la gente invoca una oración: ¨Patasola, patasola lamento que vivas sola, pero sí te atreves a agredirme yo te cortare tus muletas, mejor vete y haz maletas¨.

miércoles, 2 de marzo de 2016

El Pájaro Silbador


En la misteriosa niebla que arropa a los bosques de sauce y ciprés fúnebre y en los montes tenebrosos, ríos turbulentos y cementerios abandonados, mora el espíritu maligno del pájaro silbador.

La creencia popular y la superstición dicen que el silbador es "ave de mal agüero", que está a la sombra de los muertos y que lleva las almas de los malvados al abismo insondable del fuego eterno del infierno. El silbador está poseso por el espíritu del demonio, disfruta del "sol nocturno" y de la "oscuridad espiritual"; juzga a los difuntos, y acecha a los vivos y les vaticina enfermedades, calamidades, tragedias, ruinas y muerte. Cuando el diabólico silbador vuela por los llanos calurosos, por las montañas frías y por los ríos ruidosos, los escoltan búhos de mal presagio, buitres de mala premonición, mochuelos siniestros, cuervos y cornejas mortuorias. De repente aletean bandadas de murciélagos, mariposas negras y urracas aduladoras y astutas. El silbador a veces adopta la forma de pájaro carpintero en representación del demonio, de los herejes y de la condenación.

Otras veces el silbador posee el espíritu de un buitre y luego se alimenta de las entrañas y carroñas de los humanos, de escarabajos, de caracoles, de escorpiones, de gusanos, de alacranes, de sapos y de serpientes. El ánima del silbador tiene significación maléfica, siembra la discordia, el odio, la violencia, la guerra y el desamor. Y en medio del pandemónium le corta sin piedad "el hilo de la vida" a los que no disfrutan de sus sinfonías.

EL MONSTRUO DE LOS MANGONES



En Santiago de Cali, capital del Valle del Cauca entre los años 60 y 70 ocurrieron una serie de hechos que conmocionaron a todos los caleños, donde según cuentan este personaje fue el causante de la desaparición de al menos 30 niños entre los 7 y 16 años.


El apodo del Monstruo de los Mangones nació precisamente porque era en los mangones (terrenos baldíos que abundaban en Cali) donde se hallaban los cuerpos inertes de los niños. 




Aunque el monstruo parece salido de un cuento de terror, las personas creían que este personaje era un hombre llamado Adolfo Aristizabal, un empresario paisa que fundo el conocido Hotel Aristi. Se sospecho de el porque sufría de una enfermedad de la sangre y muchos caleños creían que se vio obligado a transitar las calles de Cali para secuestrar niños y adueñarse de su sangre. 


Algunas personas especulaban que el monstruo de los mangones era un empleado y que Adolfo Aristizabal solo le pagaba por cada niño que secuestraba para extraerles la sangre para que luego le realizaran una transfusión a él.


Nunca se pudo confirmar que Adolfo Aristizabal estuvo detrás de estos hechos y hasta el día de hoy es un misterio.